En este lustro de silencio nos hemos quedado sin diversiones. Adiós al Dominum, adiós al programa radiofónico que Mayte Salvador y Nacho Navarro comandaban, adiós al programa en streaming de Paco, adiós también al propio blog de Paco. Adiós a determinadas conferencias. Adiós, adiós a una manera intensa de vivir la Cuaresma.
Las cartas de Jorge nos han sobrevivido. Son oro molido en tiempos de hambruna, el chute de adrenalina casi diario que inyectar en nuestra vena cofrade. Se alimenta de nostalgias -para nosotros, que cimentamos nuestra historia en la nostalgia-, de hechos vividos en primera línea. Abre y abre cajones de sus alacenas para ofrecernos retazos del concurso, ensayos perdidos a la sombra de naves abandonadas, pasos desaparecidos, procesiones de las que volvió con los pies congelados; nos trae el olor a las flores que empiezan a marchitar en San Cayetano, opina con criterio acerca de carteles anunciadores y de marchas de concurso. Sabe de cuanto no sabemos y, rara avis en este mundillo, no trata de convencernos ni de sentar cátedra. Se conforma con compartir sus tesoros, rescatar viejas fotos, desempolvar recuerdos. Visitad jorge-entrecomillas.blogspot.com. Leed, y disfrutad.
(En la imagen, el propio Jorge en tarjeta máxima, y es que su libro De procesiones por los Sitios de Zaragoza contó con su propio sello de Correos).
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